El negocio de las casas estigmatizadas.

¿Cuánto podría valer una viviendaestigmatizada? 


El experto inmobiliario Randall Bell se dedica a promover las llamadas «propiedades estigmatizadas», estos son lugares en los que han ocurrido crímenes, atentados terroristas o maldiciones.  Ante la habitual pérdida de valor de este tipo de inmuebles el experto se encarga de asesorar a los dueños sobre cuál es el mejor momento para venderlas y qué hay que tener en cuenta antes de anunciarla.

Para realizar su trabajo el especialista compara las propiedades de sus clientes con otras de características similares que estén libres de cualquier estigma, así obtiene los factores que tienen un impacto en el precio final, aunque él afirma que la paciencia y el tiempo es el mejor aliado en estos casos. 

Los dueños de la casa de Los Ángeles en la que en 1969 Charles Manson y sus secuaces asesinaron a Sharon Tate, la mujer del director de cine Roman Polanski, y a otras cuatro personas, se vendió sin problemas dos décadas después a precio de mercado, claro, los propietarios decidieron que lo mejor que podrían hacer era no abandonarla. El caso es que el tiempo pareció sanar la estigmatización del lugar y el terrible evento fue olvidado.


En México profesionales inmobiliarios, afirman que pasan seis años mínimo para que una casa estigmatizada pueda venderse y esto generalmente a personas que no conocen su historia pues en la zona se llega a reconocerlas como “las casas donde mataron a…” o “la casa embrujada” y esto suele repeler a los posibles compradores. 

Visión distinta a la de Bell pues declara que “hay que ser completamente honesto con los potenciales compradores sobre la historia de la propiedad, algo que en estados como California la ley contempla como una obligación”.

En México las tragedias pueden servir para difundir auténticas fábulas que los medios se encargan de difundir, como el caso de “La Paca” una vidente que fue contratada por la Procuraduría General de Justicia para encontrar el sitio exacto, dentro de una Finca propiedad del hermano de un expresidente, donde se encontraba el supuesto autor de un crimen político, al final se supo que todo fue un montaje.

La casa de la tía Toña es otra leyenda urbana reconocida, la residencia “embrujada” se encuentra en la calle Cumbres de Acultzingo 199 en la tercera sección del Bosque de Chapultepec y aun así se dice que no es tan sencillo dar con ella y, pese a que se encuentra habitada, las historias difundidas por testigos y medios de comunicación afirman que han visto desde el exterior al fantasma de la Tía Toña deambular por las ventanas, reseñas que no son desmentidas y que le ofrecen a esta vivienda el peso de la infamia y quizá una valor por debajo del mercado.

Muchas casas realmente estigmatizadas cierran sus puertas y esperan años para salir al mercado y según la historia que las envuelve pueden perder un valor de entre 15% y 25% pero en algunas ocasiones llega al 100%.

Cada día de muertos las historias sobre estas viviendas se repiten, pero en uno que otro año hay sorpresas interesantes. Esperemos este fin de mes para ver qué le espera al original negocio de las casas estigmatizadas. 

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